Sorpresas desagradables tras firmar tu hipoteca

Los lectores más asiduos de este blog ya sabréis que durante el mes de Diciembre tuve que firmar mi nueva y flamante hipoteca para poder acceder a mi pequeña y penosa nueva vivienda.

En general las semanas previas a la firma de la hipoteca son bastante estresantes debido a la confluencia de múltiples acontecimientos: preparar dinero para gastos (notaria, registro, gestora), finalizar la negociación con tu banco para el préstamo hipotecario, preparar seguro de hogar, vida y todo lo que te vincule al banco, etc, etc.

Total que durante un par de semanas te vuelves medio loco intentando dejarlo todo ordenado y con la intención de no llevarte más sustos con comisiones escondidas o gastos inesperados. Entonces llega el día de la firma, largas colas en el notario, cheque va, cheque viene, y por fin parece que todo acabó.

Entonces tu banco te anuncia que no te preocupes por tu próxima cuota, que hasta finales de Enero o Febrero no te la pasarán. Entonces, ¿qué sucede? ¿el banco te ha prestado 20, 30 o 40 millones durante ese tiempo sin esperar nada a cambio? No, nada más lejos de la realidad.

Durante este periodo en el cual aún no estás pagando tus cuotas pero el banco ya ha soltado el dinero, te cobrarán unos intereses de acuerdo al valor del Euribor. Pero este dinero desembolsado no servirá para amortizar tu hipoteca.

Es decir, que durante el primer o primeros meses nos podrían llegar unos recibos de algunos cientos o miles de euros en concepto de intereses, sin que hayamos empezado aún a pagar nuestras cuotas.

La experiencia personal me lleva a recomendaros preparar la firma de la hipoteca a finales de mes, de forma que estos intereses sean lo más pequeños posibles.